Las ocho sendas del yoga confluyen en el camino que representa tu práctica y te van a ayudar a disfrutarlo plenamente. Patanjali nos habla de ellas en sus Yoga Sutras y son las siguientes.
Yamas
Son cinco principios que rigen tu actitud con los demás y hacia todo lo que te rodea.
- Ahimsa. No violencia en las acciones, los pensamientos y las palabras; no hacer daño; respetar a todo ser vivo. También se puede aplicar a tu propia práctica en cuanto a no causarte daño, cuidar siempre tu cuerpo y tu alineación; esfuérzate sin forzar.
- Satya. Sinceridad; decir la verdad; cultivar la pureza y la sabiduría. Con aprendizaje y práctica conseguirás disfrutar de tu camino del yoga en todo momento; se siempre sincero contigo mismo y con tu cuerpo, conoce sus límites, conoce hasta donde te permite llegar o el tiempo que puede aguantar manteniendo una postura.
- Asteya. No robar; no pretender ser otro, ser uno mismo; honestidad. En tu práctica disfruta de tu camino y de tu crecimiento, sintiéndote siempre orgulloso de cada paso; no fuerces una postura para la que todavía no estés preparado, tienes que reconocer el momento en el que tu cuerpo ya esté listo.
- Brahmacharya. Moderación; evitar excesos; evitar el gasto energético innecesario. Escucha a tu cuerpo durante toda tu práctica y, en función de eso, profundiza, reajusta, descansa, etc; interioriza tu práctica para así administrar bien tu energía, y se consciente de que habrá días o momentos en los que tu nivel de energía sea diferente.
- Aparigraha. Sin ambición; generosidad; no ser codicioso. Da más importancia a tu comodidad y a tu estabilidad que a querer profundizar más en cualquier postura; y deja de lado los sentimientos de inferioridad y la naturaleza competitiva, tanto contigo como con los demás.
Niyamas
En este caso, son cinco principios que determinan tu actitud contigo mismo.
- Saucha. Limpieza; pureza en tu exterior (alimentación. higiene, cuidado del cuerpo) y en tu interior (mente, corazón, emociones); pureza en tus pensamientos, tus acciones y tus palabras. Con la práctica de asanas limpias tu cuerpo de impurezas y toxinas; con técnicas de pranayama oxigenas tu sangre; y en conjunto consigues limpiar tu mente de emociones como odio, orgullo, avaricia, etc.
- Santosha. Sentirse plenamente feliz y vivo; sentirse satisfecho con lo que uno tiene; gratitud. Disfruta plenamente de tu prática; siéntete cómodo en cada postura y en cada momento; ajusta tu esfuerzo en función de lo que tu cuerpo te permita, no le hagas ir más allá, muéstrale siempre tu agradecimiento.
- Tapas. Perseverancia y fuerza de voluntad; autodisciplina; confianza en uno mismo. Mantén una práctica regular con entusiasmo, concentración y dando siempre lo mejor de ti, con el conocimiento de que eres capaz de conseguir todo lo que te propongas; esfuérzate siempre sin forzar; encuentra el equilibrio a nivel energético.
- Svadhyaya. Autoconocimiento; conocer tu verdadera naturaleza; reflexionar y aprender de tus acciones. Profundiza en el estudio de ti mismo durante tu práctica; ve conociendo las diferentes sensaciones que tu cuerpo te transmite; se curioso e investiga para ampliar tus conocimientos sobre todos los campos del yoga.
- Isvarapranidhana. Devoción y entrega en tus actos; no esperar nunca nada a cambio; actuar siempre con amor y respeto. No te pongas metas en tu práctica de yoga, simplemente disfruta del camino; trata a tu cuerpo siempre con el máximo respeto; olvídate totalmente del ego en todo momento.
Asana
Es sin duda una de las ocho sendas del yoga más conocidas, pero una asana es mucho más que una postura meramente física que va a darle a tu cuerpo fuerza y flexibilidad; te va a ayudar a centrarte en el momento presente, a sentir cada parte de tu cuerpo, a interiorizar tu práctica y entrar en contacto con tu yo interior. Gracias a las asanas va a ir aumentando tu consciencia corporal, vas a ir reconociendo cada señal que tu cuerpo te envíe y cada mensaje que tu mente quiera mandarte. Todo esto convierte a tu práctica, tanto las asanas como las transiciones entre ellas, en una práctica meditativa en movimiento y en una poderosa herramienta de crecimiento y transformación.
Recuerda mantener siempre la estabilidad y la comodidad (sthira y sukham) en casa asana, y también el hecho de esforzarte sin forzar. No lleves a tu cuerpo más allá de donde te está diciendo que están sus límites; si notas que tiembla más de la cuenta o que tu respiración deja de ser fluida, tu cuerpo te está comunicando que has sobrepasado esos límites. Revisa esta entrada del blog en la que te hablo sobre este tema.
Cuando dejes de sentir el esfuerzo para realizar alguna asana, simplemente cierra los ojos, conecta con tu interior y disfruta de ese momento bajo el cobijo de tu respiración.
Pranayama
Son un conjunto de técnicas para el control del prana a través de tu respiración. El prana es la energía o fuerza vital que podemos encontrar en el universo y en todos los seres
Existen numerosas fuentes que te van a proporcionar prana: el aire que respiras, los alimentos que comes, el agua que bebes, el roce de los rayos del sol, el contacto de las plantas de tus pies con la tierra, etc.
Para que la energía pueda fluir por tu cuerpo de una forma óptima y poder distribuirse así correctamente, tanto tus chakras (centros energéticos) como tus nadis (canales energéticos) han de estar fuertes, limpios y plenamente activos.
Kumbhaka, Nadi Sodhana, Kapalabhati… son solo algunas de estas técnicas. Y si lo tuyo es un yoga dinámico (vinyasa, ashtanga), prueba la fuerza que te proporciona Ujjayi durante toda tu práctica.
Pratyahara
Nos habla del control de los sentidos. Su práctica consiste en dirigir los sentidos hacia el interior, para permitirles aliviarse de distracciones externas.
Vas a sentir un mayor centramiento en el momento presente y vas a conseguir profundizar en tu proceso de interiorización, pudiendo estar así más cerca de ti mismo.
Sin Pratyahara, un ruido que se pueda producir en la sala o una gota de sudor sobre tu ceja, te distraerían de tu respiración y de tu práctica. Esos sonidos o sensaciones van a seguir estando ahí, pero tu mente estará más centrada en tu interior.
Dharana
Es un estado de atención concentrada al que te lleva Pratyahara. Esta concentración es la capacidad de mantener la atención fija en un punto de enfoque, evitando así la dispersión.
Puedes elegir cual va a ser tu punto de enfoque: tu respiración, un mantra, un objeto, visualizar una imagen o un color, o simplemente centrarte en tu interior; pero lo realmente importante es que tu mente se calme, que reine el silencio en ella y llegues así a ese estado de concentración profunda.
Dhyana
Es el estado que surge cuando la concentración se hace continua y ya no hay interrupciones; estado de meditación en el que cuerpo, respiración y mente se vuelven uno.
Tu cuerpo, tu mente y tus sentidos se van unificando con tu punto de enfoque, con tu objeto de contemplación; y así tu mente se fortalece y la percepción se intensifica.
Se podría decir que existen varias técnicas de meditación, aunque la meditación realmente es un estado. Un estado en el que consigues acostumbrar a tu mente a que no se distraiga con tanta frecuencia, lo que te va a permitir desarrollar tu creatividad y profundizar en tu autoconocimiento.
Samadhi
Se consigue cuando tu objeto de contemplación y tú os hacéis uno, fundiéndose ambas naturalezas, siendo la última de las ocho sendas del yoga.
Es un estado en el que desaparece toda dualidad. La persona descubre su verdadero ser, con plena conciencia y felicidad absoluta.
Las ocho sendas del yoga
Para terminar quería contarte como B.K.S. Iyengar utilizó la imagen de un árbol para explicar las ocho sendas del yoga, siendo cada una de éstas representada por alguna parte del árbol: yamas serían las raíces, niyamas el tronco, asana las ramas, pranayama las hojas, pratyahara la corteza, dharana la savia, dhyana las flores y samadhi los frutos.
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