Empecé en el mundo del yoga de casualidad (o eso pensaba al principio), entrando a probar una clase con la idea de que no me iba a gustar. Pero rápidamente me enganchó.
Unos meses más tarde y por petición de mis compañeros, algo por lo que les estaré eternamente agradecido, comencé a darles clase, pero de una forma autodidacta ayudándome de libros y de vídeos de youtube.
Y, como no podía ser de otra manera, llegó el momento de formarme. Lo hice con una formación que cambió mi forma de impartir y de sentir el yoga, y que me cambió totalmente la vida (gracias Ricardo, Inma y Carlos).
Ahora mismo solo puedo decir, con palabras de BKS Iyengar: «Estoy tan agradecido a lo que el yoga ha hecho con mi vida, que siempre busco compartirlo.»